Ira

La ira es una emoción caracterizada por el antagonismo hacia alguien o algo que sientes que deliberadamente te ha hecho mal.

La ira puede ser algo bueno. Puede darte una manera de expresar sentimientos negativos, por ejemplo, o motivarte a encontrar soluciones a los problemas.

Pero el enojo excesivo puede causar problemas. El aumento de la presión arterial y otros cambios físicos asociados con la ira hacen que sea difícil pensar con claridad y dañar tu salud física y mental.

¿Qué puedes hacer?

Todos sabemos lo que es la ira y todos la hemos sentimos: ya sea como una molestia pasajera o como una rabia en toda su extensión de la palabra.

La ira es una emoción humana completamente normal, generalmente saludable. Pero cuando se sale de control y se vuelve destructiva, puede llevar a problemas: problemas en el trabajo, en tus relaciones personales y en la calidad general de tu vida. Y puede hacerte sentir como si estuvieras a merced de una emoción impredecible y poderosa.

Manejo de la ira

El objetivo del manejo de la ira es reducir tanto tus sentimientos emocionales como la excitación fisiológica que causa la ira. No puedes deshacerte de, o evitar, las cosas o las personas que te enfurecen, ni puedes cambiarlas, pero puedes aprender a controlar tus reacciones.

¿Estás demasiado enojado o enojada?

Existen pruebas psicológicas que miden la intensidad de los sentimientos de enojo, qué tan propensos eres hacia el enojo y qué tan bien lo manejas. Pero es muy probable que, si tienes un problema con la ira, ya lo sepas. Si te encuentras actuando de una manera que parece fuera de control y aterradora, es posible que necesites ayuda para encontrar mejores maneras de lidiar con esta emoción.

Relajación

Las herramientas simples de relajación, como la respiración profunda y la imaginería relajante, te pueden ayudar a calmar los sentimientos de enojo. Hay libros y cursos que pueden enseñarte técnicas de relajación, y una vez que aprendes las técnicas, puedes recurrir a ellas en cualquier situación. Si estás involucrado o involucrada en una relación en la que ambos miembros de la pareja son de mal genio, podría ser una buena idea que ambos aprendan estas técnicas.

Algunos pasos simples que puedes intentar:

  • Respira profundamente, desde tu diafragma; respirar desde tu pecho no te relajará. Imagina tu aliento saliendo de tu nariz.
  • Repite lentamente una palabra o frase tranquila como «relájate», «tómalo con calma». Repítelo para ti mismo mientras respiras profundamente.
  • Usa imágenes mentales; Visualiza una experiencia relajante, ya sea desde tu memoria o de tu imaginación.
  • Los ejercicios lentos, como la Yoga o Tai-chí pueden relajar los músculos y hacer que te sientas mucho más tranquilo o tranquila.
  • Practica estas técnicas a diario. Aprende a usarlas automáticamente cuando te encuentres en una situación tensa.

Reestructuración Cognitiva

En pocas palabras, esto significa cambiar tu forma de pensar. Las personas enojadas tienden a maldecir, jurar o hablar en términos muy «coloridos» que reflejan sus pensamientos internos. Cuando estás enojado o enojada, tu pensamiento puede ser muy exagerado y demasiado dramático. Intenta reemplazar estos pensamientos con otros más racionales. Por ejemplo, en lugar de decirte a ti mismo/misma: «oh, es horrible, es terrible, todo está arruinado», dite a ti mismo o a ti misma «es frustrante y es comprensible que me moleste por eso, pero no es el fin del mundo y enojarme no lo va a arreglar de ninguna manera».

Ten cuidado con palabras como «nunca» o «siempre» cuando hables de ti o de otra persona. «¡Esta! & *% @ maquina nunca funciona», o «siempre estás olvidando cosas» no solo son inexactas, también sirven para hacerte sentir que tu enojo está justificado y que no hay manera de resolver el problema. También alienan y humillan a las personas que de otra manera estarían dispuestas a trabajar contigo en una solución.

Recuerda que enfadarte no va a arreglar nada, que no te hará sentir mejor (y en realidad podría hacerte sentir peor).

La lógica derrota a la ira, porque la ira, incluso cuando está justificada, puede volverse rápidamente irracional. Así que usa la lógica fría y dura en ti mismo o en ti misma. Recuerda que el mundo «no está tratando de atraparte», simplemente estás experimentando algunos de los momentos difíciles de la vida cotidiana. Has esto cada vez que sientas que la ira te gana, y te ayudarás a tener una perspectiva más equilibrada. Las personas enojadas tienden a exigir cosas: justicia, aprecio, acuerdo, disposición a hacer las cosas a su manera. Todos quieren estas cosas, y todos nos sentimos heridos y decepcionados cuando no las obtenemos, pero las personas enojadas los exigen y, cuando no se cumplen sus demandas, su decepción se convierte en ira. Como parte de su reestructuración cognitiva, las personas enojadas deben tomar conciencia de su naturaleza exigente y traducir sus expectativas en deseos. En otras palabras, decir «Me gustaría» algo es más saludable que decir «Exijo» o «Debo tener» algo. Cuando no puedas obtener lo que deseas, experimentarás las reacciones normales: frustración, decepción, dolor, pero no ira. Algunas personas enojadas usan esta ira como una forma de evitar sentirse heridos, pero eso no significa que el dolor desaparece.

¿Necesitas asesoramiento?

Si sientes que tu ira está realmente fuera de control, si está teniendo un impacto en tus relaciones y en partes importantes de tu vida, podrías considerar la asesoría para aprender cómo manejarlo mejor. Un psicólogo u otro profesional de salud mental con licencia puede trabajar contigo para desarrollar una variedad de técnicas para cambiar tu forma de pensar y tu comportamiento.